viernes, 7 de junio de 2024

Evangelio según San Mateo: Mt 6.22-33

Salmo Responsorial: Salmo: 61, 2-9
En el Salmo respondemos: ¡Dios mío, escucha mi clamor, atiende a mi plegaria! 
Yo te invoco desde los confines de la tierra, 
mientras mi corazón desfallece. 
Condúceme a una roca inaccesible. 

Porque tú eres para mí un refugio 
y una fortaleza frente al enemigo. R


Carta del apóstol Pablo a los romanos
Rom. 5, 1-10
1 Habiendo, pues, recibido de la fe nuestra justificación, estamos en paz con Dios, por nuestro Señor Jesucristo, 2 por quien hemos obtenido también, mediante la fe, el acceso a esta gracia en la cual nos hallamos, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.3 Más aún; nos gloriamos hasta en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación engendra la paciencia; 4 la paciencia, virtud probada; la virtud probada, esperanza, 5 y la esperanza no falla, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado. 6 En efecto, cuando todavía estábamos sin fuerzas, en el tiempo señalado, Cristo murió por los impíos; 7 en verdad, apenas habrá quien muera por un justo; por un hombre de bien tal vez se atrevería uno a morir; 8 mas la prueba de que Dios nos ama es que Cristo, siendo nosotros todavía pecadores, murió por nosotros.9 ¡Con cuánta más razón, pues, justificados ahora por su sangre, seremos por él salvos de la cólera! 10 Si cuando éramos enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, ¡con cuánta más razón, estando ya reconciliados, seremos salvos por su vida! 

Continuamos con el Salmo. Respondemos:¡Dios mío, escucha mi clamor, atiende a mi plegaria! 

¡Que yo sea siempre un huésped en tu Carpa 
y pueda refugiarme al amparo de tus alas! 
Porque tú, Dios mío, tienes en cuenta mis votos 
y me das la herencia de los que temen tu Nombre. R



HERMANOS QUE JESÚS SEA BENDITO Y ALABADO

Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Mateo


Mt 6, 22-33


La luz interior, Dios y las riquezas.  La confianza en la Providencia 


22 La lámpara del cuerpo es el ojo. Si el ojo está sano, todo el cuerpo estará iluminado. 23 Pero si el ojo  está  enfermo, todo el cuerpo  estará en tinieblas.   Si la luz  que  hay  en  ti  se  oscurece, ¡cuánta oscuridad habrá! 24 Nadie puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y amará al otro, o  bien, se  interesará  por el primero  y menospreciará al segundo. No se puede servir a Dios y al Dinero. 25 Por eso les digo: No se inquieten por su vida, pensando qué van a comer, ni por su cuerpo, pensando  con qué  se van  a vestir. ¿No vale acaso más la vida que la comida y el cuerpo  más que el vestido?   26  Miren los pájaros del cielo: ellos  no  siembran ni cosechan, ni acumulan  en  graneros, y sin embargo, el Padre  que  está  en  el  cielo los alimenta. ¿No valen ustedes acaso más que ellos? 27 ¿Quién de ustedes, por mucho que se inquiete, puede añadir un solo instante al tiempo de su vida?   28  ¿Y por qué se  inquietan por el vestido? Miren los lirios del campo,  cómo  van  creciendo  sin fatigarse ni tejer.  29 Yo  les  aseguro  que ni Salomón, en el esplendor de su gloria, se vistió como uno de ellos. 30 Si Dios viste así la hierba de los campos, que hoy existe y mañana será echada al fuego, ¡cuánto  más hará por ustedes, hombres de poca fe!    31 No se inquieten  entonces,  diciendo:   "¿Qué comeremos, qué beberemos, o con qué nos vestiremos?". 32  Son  los  paganos  los que van  detrás de estas cosas. El Padre que está en el cielo sabe bien  que  ustedes las necesitan. 33 Busquen primero el Reino y su justicia, y todo lo demás se les dará por añadidura.

PALABRA DE DIOS




San Juan Crisóstomo, Homilía 21 sobre san Mateo

«No podéis servir a Dios y al dinero»
Ved que ventajas nos promete Jesucristo y cuantos de sus mandatos nos son útiles, puesto que nos liberan de tantos grandes males. El daño que nos causan las riquezas, dice, no es solo armar a los ladrones contra vosotros y llenar vuestro espíritu de profundas tinieblas. La gran herida que produce, es que os arrancan de la bienaventurada servidumbre de Jesucristo para convertiros en esclavos de un metal insensible e inanimado. «No podéis servir a Dios y al dinero» ¡Temblemos, hermanos, ante la idea de que forzamos a Cristo a hablar del dinero como de una divinidad opuesta a Dios!. ¿Pero cómo, diréis, han encontrado los antiguos patriarcas la manera de servir conjuntamente a Dios y al dinero? De ningún modo. ¿Pero cómo pues Abraham, como Job han lanzado tantas exclamaciones por su magnificencia? Os respondo que no es necesario en absoluto alegar aquí lo que han poseído las riquezas sino los que han sido poseídos por ellas. Job era rico; se servía del dinero, pero no servía al dinero, era el dueño y no el adorador. Consideraba su bien como si hubiera sido otro, se consideraba como el dispensador y no como el propietario… Por eso no se afligió en absoluto cuando lo perdió.
ORACIONES DE LOS FIELES:  Respondemos: ATIENDE, SEÑOR, NUESTRAS NECESIDADES.
1. – Por el Papa, los obispos y sacerdotes, para que nunca se vean abatidos por el Maligno y vivan sus vidas completamente orientadas a Ti. OREMOS

2. – Por los gobernantes y dirigentes, para defiendan siempre al necesitado, como lo hizo Jesús, sin ningún tipo de discriminación. OREMOS

3. – Por todos estudiantes escolares, de institutos  universitarios,  para que la Luz de la verdad ilumine y acompañe el esfuerzo del estudio. OREMOS

4. – Por todos los que sufren el dolor, se recuperan de alguna operación, o padecen una larga enfermedad para que reciban la ayuda del Señor que viene a atender a los más necesitados. OREMOS

5. – Por todos aquellos que calladamente dan su tiempo y su esfuerzo a las necesidades de los más desfavorecidos, para que encuentren cada vez con más claridad el rostro de Dios. OREMOS

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