domingo, 31 de diciembre de 2017

Evangelio de N.S.Jesucristo: Lucas 2, 20-21 y 40-52

SALMO —En el salmo respondemos

R. - ¡Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos! 

¡Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos!
Comerás del trabajo de tus manos, ¡dichoso, tú, que te irá bien! R


Carta del apóstol Pablo a los cristianos de Corinto
1º Cor.2,8-12

8 Desconocida de todos los príncipes de este mundo pues de haberla conocido no hubieran crucificado al Señor de la Gloria.9 Más bien, como dice la Escritura, anunciamos:  lo que ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni al corazón del hombre llegó, lo que Dios  preparó  para los que le aman. 
10 Porque a nosotros nos lo reveló Dios por medio del Espíritu; y el Espíritu todo lo sondea, hasta las profundidades de Dios.
11 En efecto, ¿qué hombre conoce lo íntimo del hombre sino el espíritu del hombre que está en él? Del mismo modo, nadie conoce lo íntimo de Dios, sino el Espíritu de Dios.
12 Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que viene de Dios, para conocer las gracias que Dios nos ha otorgado.

Continuamos con el Salmo. Respondemos:

R. - ¡Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos! 

Tu mujer, como una vid fecunda, en la intimidad de tu casa, tus hijos como brotes de olivo en torno a tu mesa. ¡Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos! R. 

HERMANOS QUE JESÚS SEA BENDITO Y ALABADO



                                 EVANGELIO DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO:
                 Lucas 2, 20-21 y 40-52
Resultado de imagen para Cuando tuvo doce años, subieron ellos como de costumbre a la fiesta y, al volverse, pasados los días, el niño Jesús se quedó en Jerusalén
Los pastores se volvieron glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían oído y visto, conforme a lo que se les había dicho. Cuando se cumplieron los ocho días para circuncidarle, se le dio el nombre de Jesús, el que le dio el ángel antes de ser concebido en el seno. 
El niño crecía y se fortalecía, llenándose de sabiduría; y la gracia de Dios estaba sobre él. Sus padres iban todos los años a Jerusalén a la fiesta de la Pascua.
Cuando tuvo doce años, subieron ellos como de costumbre a la fiesta y, al volverse, pasados los días, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin saberlo su padres. Pero creyendo que estaría en la caravana, hicieron un día de camino, y le buscaban entre los parientes y conocidos; pero al no encontrarle, se volvieron a Jerusalén en su busca. Y sucedió que, al cabo de tres días, le encontraron en el Templo sentado en  medio de los maestros, escuchándoles y preguntándoles; todos los que le oían, estaban estupefactos por su inteligencia y sus respuestas. Cuando le vieron, quedaron sorprendidos, y su madre le dijo: "Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Mira, tu padre y yo, angustiados, te andábamos buscando." El les dijo: "Y ¿por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?" Pero ellos no comprendieron la respuesta que les dio.
Bajó con ellos y vino a Nazaret, y vivía sujeto a ellos. Su madre conservaba cuidadosamente todas las cosas en su corazón. Jesús progresaba en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los  hombres. 
ES PALABRA DE DIOS

Oraciones de los fieles
A cada petición contestaremos: “ DANOS SEÑOR TU PAZ”
 
1.- Por los países que están viviendo situaciones de beligerancia, para que la necesidad de la paz cale en el corazón de sus dirigentes, y busquen por encima de todo, el bien de la población…. Oremos.
 
2- Por todos los que viven el problema del terrorismo, por las familias de las víctimas y los que viven atemorizados pensando que van a ser los siguientes, para que la sociedad y los gobiernos,  más allá de intereses partidistas se unan para conseguir la paz tan necesaria...     Oremos.
 
3.- Por todos los migrantes, que ante la necesidad de salir de sus países buscando trabajo, paz y estabilidad, encuentren en nuestra comunidad parroquial, un espíritu acogedor, fraternal y desprendido… Oremos
 
4.- No hay paz sin justicia, ni justicia sin perdón. Para que seamos capaces de ser creadores de la paz, luchando por  la justicia y el perdón en nuestros ambientes. Oremos.
 
5.- Para que se despierte en nosotros un espíritu de justicia, y valentìa para denunciar las injusticias que se presenten ante nuestros ojos…. Oremos.