viernes, 29 de marzo de 2024

¡Cristo resucitó de entre los muertos pisoteando la muerte con su muerte y dando la vida a los que estaban en los sepulcros!

Salmo Responsorial:
Salmo 117, 1,2


 Respondemos:
¡Demos gracias al Señor, porque es bueno, porque es eterno su amor!

¡Alabemos al Señor, todas las naciones,  glorifiquémoslo, todos los pueblos! R
Este es el día que hizo el Señor, alegrémonos y regocijémonos en él. R
Tú te levantarás, te compadecerás,  porque ya es hora de tener piedad,  ya ha llegado el momento señalado. R

Carta de los Hechos de los Apóstoles
1, 1-9
1 El primer libro lo escribí, Teófilo, sobre todo lo que Jesús hizo y enseñó desde un principio 2 hasta el día en que, después de haber dado instrucciones por medio del Espíritu Santo a los apóstoles que había elegido, fue llevado al cielo.

3 A estos mismos, después de su pasión, se les presentó dándoles muchas pruebas de que vivía, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles acerca de lo referente al Reino de Dios.

4 Mientras estaba comiendo con ellos, les mandó que no se ausentasen de Jerusalén, sino que aguardasen la Promesa del Padre, "que oísteis de mí: 5 Que Juan bautizó con agua, pero vosotros seréis bautizados en el Espíritu Santo dentro de pocos días".

6 Los que estaban reunidos le preguntaron: "Señor, ¿es en este momento cuando  vas a restablecer el Reino de Israel?"

7 El les contestó: "A vosotros no os toca conocer el tiempo y el momento que ha fijado el Padre con su autoridad, 8 sino que recibiréis la fuerza del Espíritu Santo, que vendrá sobre vosotros, y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra."

9 Y dicho esto, fue levantado en presencia de ellos, y una nube le ocultó a sus ojos.



Continuamos con el Salmo:
Respondemos: Demos gracias al Señor, porque es bueno, porque es eterno su amor!

El Señor observa desde el cielo y contempla a todos los hombres. R
                                              ¡Hermanos que Jesús sea bendito y alabado!





Evangelio de  nuestro  Sr. Jesucristo  según San Juan

                                                    Juan 1, 1-17
1 En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios.
2 Ella estaba en el principio con Dios.
3 Todo se hizo por ella y sin ella no se hizo nada de cuanto existe.
4 En ella estaba la vida y la vida era la luz de los hombres, 5 y la luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la vencieron.
6 Hubo un hombre, enviado por Dios: se llamaba Juan.
7 Este vino para un testimonio, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por él.
8 No era él la luz, sino quien debía dar testimonio de la luz.
9 La Palabra era la luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene a este mundo.
10 En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por ella, y el mundo no la conoció.
11 Vino a su casa, y los suyos no la recibieron.
12 Pero a todos los que la recibieron les dio poder de hacerse hijos de Dios, a los que creen en su nombre; 13 la cual no nació de sangre, ni de deseo de hombre, sino que nació de Dios.
14 Y la Palabra se hizo carne, y puso su Morada entre nosotros, y hemos contemplado su gloria, gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad.
15 Juan da testimonio de él y clama: "Este era del que yo dije: El que viene detrás de mí se ha puesto delante de mí, porque existía antes que yo."
16 Pues de su plenitud hemos recibido todos, y gracia por gracia.

17 Porque la Ley fue dada por medio de Moisés; la gracia y la verdad nos han llegado por Jesucristo.



 Es Palabra de Dios
Oraciones de los Fieles:

Para que la Iglesia, nos enseñe que la verdadera alegría no está en el tener, en el triunfar, en el aplauso, en el sobresalir... sino en amar y servir.

Para que Cristo nos dé la gracia de reconocernos pobres, pecadores, necesitados de su perdón y nos dé la valentía de mirar sin miedo esas llagas que nos salvaron.

Por los que vacilan en su fe, para que la celebración de estos misterios les ilumine y redescubran el camino.

Para que reconozcamos en todas nuestras Eucaristías a Cristo, Señor de nuestra vida, y nos comprometamos a seguirle en el servicio y en la entrega.

Por los que celebramos la alegría de tu resurrección, para que llevemos esta alegría al mundo que tanto la necesita.


Al Masih Kám-Jristos Anesti
Kul Sanah ua Antom
Sálimin


Feliz día de la luz!
¡Feliz día en el que amanece
un nuevo horizonte para el hombre!
¡Ha resucitado! ¡Aleluya!
 ¡Ésta  felicidad nos rescata de la tristeza!

¡Este “felices pascuas” arranca de nuestro deseo de ser hombres nuevos!
¡Proviene del amor de Dios sin condiciones!
Este aleluya, brillante y vibrante, triunfal y armonioso no es
entonado por instrumento humano:
¡Es ejecutado por la fe que nos anima a creer en el Resucitado!


Teniendo a Jesús por delante:
un sepulcro vacío
unas mujeres que reconocen al Maestro
unos discípulos, con virtudes y defectos
una Virgen que contempla emocionada a Jesús vivo;


No tenemos derecho al desaliento
No existe habitación para el temor
No hay lugar para la muerte ni para las noches oscuras
¡Jesús ha resucitado!
¡Jesús ha prometido lo que cumplió!


¡Jesús es el principio de  la vida eterna!
¡Bendita la mañana que nos trajo tal noticia!

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