miércoles, 17 de febrero de 2021

Miércoles de Ceniza.

Respondemos: Señor, guía nuestro peregrinar!

Que nuestro oído se abra a la sabiduría, que nuestro corazón se doblegue a la verdad, apelando a la inteligencia y dejemosnos guiar por la razón. R

Estemos alertas a lo largo del buen camino para proteger el caminar de todos los fieles. Comprenderemos  lo que es justo y honrado, lo que es recto y conduce a la felicidad. R.

Carta del apóstol Pablo a los cristianos de Corinto
2° Cor.4, 13-18
13 Tenemos el mismo don espiritual de fe que tenía el que escribió: Creí, y por eso hablé. También nosotros creemos, y por eso hablamos. 14 Sabemos que aquel que resucitó a Jesús nos resucitará también con Jesús y nos pondrá cerca de él con ustedes. 15 Y todo esto es para bien de ustedes; los favores de Dios se van multiplicando, y también se irá ampliando cada día más la acción de gracias que tantas personas rinden a Dios para gloria suya.
Esperamos nuestra casa del cielo. 16 Por eso no nos desanimamos; al contrario, aunque nuestro exterior está decayendo, el hombre interior se va renovando de día en día en nosotros. 17 No se pueden equiparar esas ligeras pruebas que pasan aprisa con el valor formidable de la gloria eterna que se nos está preparando. 18 Nosotros, pues, no nos fijamos en lo que se ve, sino en lo que no se ve; porque las cosas visibles duran un momento, pero las invisibles son para siempre.

Continuamos  respondiendo: Señor, guía nuestro peregrinar!

Entonces entrará la sabiduría en nuestro corazón y el saber será nuestra alegría. La prudencia velará por nosotros, la reflexión será nuestra salvaguardia; nos mantendrán aparte de los caminos del mal y de los hombres de palabras engañosas. R.

Crea en mí, Dios mío, un corazón puro, y renueva la firmeza de mi espíritu.
No me arrojes lejos de tu presencia ni retires de mí tu santo espíritu. R.


Hermanos: Que Jesús sea Bendito y Alabado.


Evangelio  según San Marcos y San Mateo.
Mc.11, 22-26 - Mt. 7, 7-8
 
 El Papa celebrará la misa del miércoles de ceniza en el Aventino de Roma -  Vatican News

22 Jesús respondió: «Tengan fe en Dios. 23 Yo les aseguro que el que diga a ese cerro: ¡Levántate de ahí y arrójate al mar!, si no duda en su corazón y cree que sucederá como dice, se le concederá. 24 Por eso les digo: todo lo que pidan en la oración, crean que ya lo han recibido y lo obtendrán. 25 Y cuando se pongan de pie para orar, si tienen algo contra alguien, perdónenlo, 26 para que su Padre del Cielo les perdone también a ustedes sus faltas.»
¿Con qué autoridad haces esto?
7 Pidan y se les dará; busquen y hallarán; llamen y se les abrirá la puerta. 8 Porque el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y se abrirá la puerta al que llama. 

ES PALABRA DE DIOS

Oraciones de los fieles:
A cada una de las peticiones responderemos: “SEÑOR, ESCÚCHANOS Y TEN PIEDAD”

  1. Por la Santa Iglesia, para que todos los hombres recibamos su llamado a la penitencia, a rasgar el corazón, pero con la vista puesta en la Pascua, en la que el dolor se convertirá en auténtica alegría y gozo, oremos al Señor.
  2. Por nuestro Obispo y todos nuestros sacerdotes, para que con su ejemplo y guía, nuestra Iglesia melquita sea ferviente en la oración, la penitencia y el amor fraterno,oremos al Señor.
  3. Por nuestra Patria, para que junto con nuestros gobernantes volvamos a Dios de todo corazón, y ante las numerosas dificultades que nos toca vivir, nos unamos de verdad y seamos auténticos sembradores de esperanza, de misericordia y de perdón, oremos al Señor.
  4. Por todos los que sufren, para que jamás caigan en la tentación de creer que Dios está lejos de ellos y para que en el ofrecimiento de su dolor encuentren el camino hacia la pascua eterna, oremos al Señor.
  5. Por toda nuestra comunidad, para que este sea un tiempo propicio para sentirnos pueblo peregrino que camina hacia esa Pascua en la que, Dios, nos mostrará su poder y su gloria, su amor y su vida, su triunfo y el futuro que nos espera, oremos al Señor.

Perdónanos Señor, por Tu Bondad

 «La Cuaresma nos llama a recordarnos que nosotros somos criaturas, que no somos Dios»



La ceniza en nuestra frente nos hace ver que el pecado nos ha alejado de Ti. Desde hoy queremos retornar a tu lado. Que el ayuno, la oración la limosna reparen en parte nuestro mal actuar y revierta sobre nosotros en tu gracia sobreabundante. 




Desgarren su corazón y no sus vestidos” (Jl 2, 13).
Con estas palabras penetrantes del profeta Joel,  se nos está indicando que, la conversión del corazón, es la característica de este tiempo de gracia. 
El llamamiento profético constituye un desafío para todos nosotros, ninguno queda excluido, y nos recuerda que la conversión no se reduce a formas exteriores o a vagos propósitos, sino que implica y transforma toda la existencia a partir del centro de la persona, de la conciencia.
Somos invitados a emprender un camino en el que, desafiando la rutina, nos esforcemos a abrir los ojos y los oídos, pero sobre todo, a abrir el corazón, para ir más allá de nuestra “pequeña huerta”.*
Los 40 días de la Cuaresma representan la misma cantidad de días que Jesús pasó en el desierto antes de comenzar su vida pública, los cuarenta del diluvio,  los cuarenta de la marcha del pueblo judío por el desierto,  los cuarenta días de Moisés y de Elías en la montaña, y los 400 años que duró la estancia de los judíos en Egipto.
En la Biblia el número cuatro simboliza el universo material, seguido de ceros significa el tiempo de nuestra vida en la tierra, seguido de pruebas y dificultades.*


*http://caminocatolico.org/home/papa-francisco/11567-papa-en-homilia-del-miercoles-de-ceniza-la-cuaresma-nos-llama-a-despabilarnos-a-recordarnos-que-nosotros-somos-criaturas-simplemente-que-no-somos-dios, Recuperado 10.02.16
*https://www.aciprensa.com/noticias/5-cosas-que-debes-saber-sobre-la-cuaresma-77547/. Recuperado 10.02.16

domingo, 7 de febrero de 2021

Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo: Mateo 25, 31-46

SALMO 127 —En el salmo respondemos: ¡Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos! 

¡Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos!
Comerás del trabajo de tus manos, ¡dichoso, tú, que te irá bien! R

Carta del apóstol Pablo a los cristianos de Corinto
1° Cor. 8,8 - 9,2

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8"No es ciertamente la comida lo que nos acercará a Dios. Ni somos menos porque no comamos, ni somos más porque comamos. 9.Pero tened cuidado que esa vuestra libertad no sirva de tropiezo a los débiles. 10.En efecto, si alguien te ve a ti, que tienes conocimiento, sentado a la mesa en un templo de ídolos, ¿no se creerá autorizado por su conciencia, que es débil, a comer de lo sacrificado a los ídolos? 11.Y por tu conocimiento se pierde el débil: ¡el hermano por quien murió Cristo! 12.Y pecando así contra vuestros hermanos, hiriendo su conciencia, que es débil, pecáis contra Cristo. 13.Por tanto, si un alimento causa escándalo a mi hermano, nunca comeré carne para no dar escándalo a mi hermano."
9"¿No soy yo libre? ¿No soy yo apóstol? ¿Acaso no he visto yo a Jesús, Señor nuestro? ¿No sois vosotros mi obra en el Señor? 2.Si para otros no soy yo apóstol, para vosotros sí que lo soy; pues ¡vosotros sois el sello de mi apostolado en el Señor!" 

Continuamos con el Salmo. Respondemos: ¡Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos! 

Tu mujer, como una vid fecunda, en la intimidad de tu casa, tus hijos como brotes de olivo en torno a tu mesa. ¡Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos! R. 

HERMANOS QUE JESÚS SEA BENDITO Y ALABADO


       EVANGELIO DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO:       
Mateo 25, 31-46 
Resultado de imagen para Mateo 25, 31-46 El Juicio final icono
Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria rodeado de todos los ángeles, se sentará en su trono glorioso. Todas las naciones serán reunidas en su presencia, y él separará a unos de otros, como el pastor separa las ovejas de los   cabritos, y pondrá a aquellas a su derecha y a estos a la izquierda. Entonces el Rey dirá a los que tenga a su derecha: "Vengan, benditos de mi Padre, y reciban en herencia el Reino que les fue preparado desde el comienzo del mundo, porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; estaba de paso, y me alojaron; desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; preso, y me vinieron a ver". Los justos le responderán: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos de paso, y te alojamos; desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o preso, y fuimos a verte?". Y el Rey les responderá: "Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo". Luego dirá a los de la izquierda: "Aléjense de mí, malditos; vayan al fuego eterno que fue preparado para el demonio y sus  ángeles, porque tuve hambre, y ustedes no me dieron de comer; tuve sed, y no me dieron de beber; estaba de paso, y no me alojaron; desnudo, y no me vistieron; enfermo y preso, y no me visitaron".  Estos, a su vez, le preguntarán: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, de paso o desnudo, enfermo o preso, y no te hemos socorrido?". Y él les responderá: "Les aseguro que cada vez que no lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, tampoco lo hicieron conmigo". Estos irán al castigo eterno, y los justos a la Vida eterna". 
                                                          ES PALABRA DE DIOS


Oraciones de los fieles
A cada petición contestaremos: “Concédelo SEÑOR”

1. Por los sacerdotes de la Santa Iglesia. Para que sean en el mundo el rostro de la misericordia del Padre. OREMOS

2. Por los que tienen autoridad y poder. Para que, a ejemplo de Cristo, lo ejerzan como un servicio, defendiendo a los pequeños y vulnerables de nuestra sociedad. OREMOS

3. Por quienes no se sienten amados por Dios o viven sin esperanza de ser perdonados. Para que encuentren en nosotros la Puerta abierta y crucen el umbral de la Casa del Padre, y se dejen abrazar por su misericordia que no excluye a nadie. OREMOS

4. Por nuestros difuntos. Para que el Padre de la misericordia los libere de toda culpa y pueda abrazarlos en la bienaventuranza que no tiene fin. OREMOS

5. Por nosotros y por nuestra Comunidad, para que habiendo experimentado la Divina Misericordia seamos también nosotros misericordiosos con nuestros hermanos. OREMOS