Cierre de la Celebración de la Natividad.
Sal 18,8.9.10.11
R/. Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón
La ley del Señor es perfecta
y es descanso del alma;
el precepto del Señor es fiel
e instruye al ignorante. R/.
Los mandatos del Señor son rectos
y alegran el corazón;
la norma del Señor es límpida
y da luz a los ojos. R/.
Cata del apostol Santiago (Stgo. 1:19-27)
"19. Hermanos muy queridos, sean prontos para escuchar, pero lentos para hablar y enojarse, 20. pues la ira del hombre no realiza la justicia de Dios. 21. Por eso, rechacen la impureza y los excesos del mal y reciban con sencillez la palabra sembrada en ustedes, que tiene poder para salvarlos. 22. Pongan por obra lo que dice la Palabra y no se conformen con oírla, pues se engañarían a sí mismos. 23. El que escucha la palabra y no la practica es como aquel hombre que se miraba en el espejo, 24. pero apenas se miraba, se iba y se olvidaba de cómo era. 25. Todo lo contrario el que fija su atención en la Ley perfecta de la libertad y persevera en ella, no como oyente olvidadizo, sino como activo cumplidor; éste será dichoso al practicarla. 26. Si alguno se cree muy religioso, pero no controla sus palabras, se engaña a sí mismo y su religión no vale. 27. La religión verdadera y perfecta ante Dios, nuestro Padre, consiste en esto: ayudar a los huérfanos y a las viudas en sus necesidades y no contaminarse con la corrupción de este mundo."
Carta de Santiago, 1 - Bíblia Católica Online
Continuamos con el Salmo. Respondemos: Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón
La voluntad del Señor es pura
y eternamente estable;
los mandamientos del Señor
son verdaderos y enteramente justos. R/.
Más preciosos que el oro,
más que el oro fino;
más dulces que la miel
de un panal que destila. R/.
Hermanos: que Jesús sea Bendito y Alabado.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo, según San Marcos (Mc.11:27-33)
"27. Volvieron a Jerusalén, y mientras Jesús estaba caminando por el Templo, se le acercaron los jefes de los sacerdotes, los maestros de la Ley y las autoridades judías, 28. y le preguntaron: «¿Con qué derecho has actuado de esa forma? ¿Quién te ha autorizado a hacer lo que haces?» 29. Jesús les contestó: «Les voy a hacer yo a ustedes una sola pregunta, y si me contestan, les diré con qué derecho hago lo que hago. Háblenme 30. del bautismo de Juan. Este asunto ¿venía de Dios o era cosa de los hombres? 31. Ellos comentaron entre sí: «Si decimos que este asunto era obra de Dios, nos dirá: Entonces, ¿por qué no le creyeron?» 32. Pero tampoco podían decir delante del pueblo que era cosa de hombres, porque todos consideraban a Juan como un profeta. 33. Por eso respondieron a Jesús: «No lo sabemos.» Y Jesús les contestó: «Entonces tampoco yo les diré con qué autoridad hago estas cosas.»"
Evangelio según San Marcos, 11 - Bíblia Católica Online
Palabra de Dios
Oraciones de los Fieles