En el salmo respondemos: Yo me refugio en ti, Señor
Yo me refugio en ti, Señor,
¡Que nunca me vea defraudado!
Líbrame, por tu justicia. R
Lectura de la Epístola del apóstol Pablo a los cristianos de Corinto
2° Cor 4, 6-15
6 "Pues el mismo Dios que dijo: De las tinieblas brille la luz, ha hecho brillar la luz en nuestros corazones, para irradiar el conocimiento de la gloria de Dios que está en la faz de Cristo. 7.Pero llevamos este tesoro en recipientes de barro para que aparezca que una fuerza tan extraordinaria es de Dios y no de nosotros. 8.Atribulados en todo, mas no aplastados; perplejos, mas no desesperados; 9.perseguidos, mas no abandonados; derribados, mas no aniquilados. 10.Llevamos siempre en nuestros cuerpos por todas partes el morir de Jesús, a fin de que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo. 11.Pues, aunque vivimos, nos vemos continuamente entregados a la muerte por causa de Jesús, a fin de que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal. 12.De modo que la muerte actúa en nosotros, mas en vosotros la vida. 13.Pero teniendo aquel espíritu de fe conforme a lo que está escrito: Creí, por eso hablé, también nosotros creemos, y por eso hablamos, 14.sabiendo que quien resucitó al Señor Jesús, también nos resucitará con Jesús y nos presentará ante él juntamente con vosotros. 15.Y todo esto, para vuestro bien a fin de que cuantos más reciban la gracia, mayor sea el agradecimiento, para gloria de Dios."
Continuamos con el Salmo:
Respondemos: Yo me refugio en ti, Señor
Inclina tu oído hacia mí
y ven pronto a socorrerme.
Tú convertiste mi lamento en júbilo,
Y me quitaste el luto. R
HERMANOS QUE JESÚS SEA BENDITO Y ALABADO
EVANGELIO DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO:
1 Estaba él a la orilla del lago Genesaret y la gente se agolpaba sobre él para oír la Palabra de Dios,2 cuando vio dos barcas que estaban a la orilla del lago. Los pescadores habían bajado de ellas, y lavaban las redes.
3 Subiendo a una de las barcas, que era de Simón, le rogó que se alejara un poco de tierra; y, sentándose, enseñaba desde la barca a la muchedumbre.
4 Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: "Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar."5 Simón le respondió: "Maestro, hemos estado bregando toda la noche y no hemos pescado nada; pero, en tu palabra, echaré las redes."
6 Y, haciéndolo así, pescaron gran cantidad de peces, de modo que las redes amenazaban romperse.7 Hicieron señas a los compañeros de la otra barca para que vinieran en su ayuda. Vinieron, pues, y llenaron tanto las dos barcas que casi se hundían.
8 Al verlo Simón Pedro, cayó a las rodillas de Jesús, diciendo: "Aléjate de mí, Señor, que soy un hombre pecador." 9 Pues el asombro se había apoderado de él y de cuantos con él estaban, a causa de los peces que habían pescado.
10 Y lo mismo de Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Jesús dijo a Simón: "No temas. Desde ahora serás pescador de hombres."
11 Llevaron a tierra las barcas y, dejándolo todo, le siguieron.
Oraciones de los fieles
A cada petición contestaremos: "Concédelo Señor”
- Por la Iglesia; para que eche las redes sin desfallecer a fin de recoger a todos los hombres sin importarle quienes son, ni de donde vienen, ofreciéndoles convivencia y amor. Pidamos al Señor.
- Por todos los que han dejado las comodidades de este primer mundo para ir a proclamar tu Palabra a aquellos hermanos más necesitados. Pidamos al Señor
- Por las familias cansadas de remar, cansadas de echar la red sin ningún resultado; para que se acerquen al Señor y en su nombre vuelvan a empezar de nuevo, desde la confianza, el diálogo y el perdón. Pidamos al Señor
- Por los que compartimos esta Eucaristía; para que no nos quedemos impasibles ante esta llamada de Jesús de volver a su proyecto de vida con todo lo que tiene de riesgo, esfuerzo y fe. Pidamos al Señor
- Por todos nosotros, para que no nos desanimemos en los malos momentos, sabiendo que tenemos un Padre que cuida de nosotros y nos guía. Pidamos al Señor.
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