sábado, 1 de mayo de 2021

EVANGELIO DE N.SR. JESUCRISTO: Juan 4, 5-42


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SALMO 94
R.- ESCUCHÉMOS HOY LA VOZ DEL SEÑOR: «NO ENDUREZCAMOS NUESTRO CORAZÓN.»

Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
vitoreándolo al son de instrumentos. R.-

Entrad, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo, el rebaño que él guía. R.-

                 LECTURA de los Hechos de los Apóstoles
Hechos 11, 19-30
19 Los que se habían dispersado cuando la tribulación originada a la muerte de Esteban, llegaron en su recorrido hasta Fenicia, Chipre y Antioquía, sin predicar la Palabra a nadie más que a los judíos. Pero había entre ellos algunos chipriotas y cirenenses que, venidos a Antioquía, hablaban también a los griegos y les anunciaban la Buena Nueva del Señor Jesús. La mano del Señor estaba con ellos, y un crecido número recibió la fe y se convirtió al Señor. La noticia de esto llegó a oídos de la Iglesia de Jerusalén y enviaron a Bernabé a Antioquía. Cuando llegó y vio la gracia de Dios se alegró y exhortaba a todos a permanecer, con corazón firme, unidos al Señor, porque era un hombre bueno, lleno de Espíritu Santo y de fe. Y una considerable multitud se agregó al Señor. Partió para Tarso en busca de Saulo, y en cuanto le encontró, le llevó a Antioquía. Estuvieron juntos durante un año entero en la Iglesia y adoctrinaron a una gran muchedumbre. En Antioquía fue donde, por primera vez, los discípulos recibieron el nombre de "cristianos".
Por aquellos días bajaron unos profetas de Jerusalén a Antioquía.  Uno de ellos, llamado Ágabo, movido por el Espíritu, se levantó y profetizó que vendría una gran hambre sobre toda la tierra, la que hubo en tiempo de Claudio. Los discípulos determinaron enviar algunos recursos, según las posibilidades de cada uno, para los hermanos que vivían en Judea.
Así lo hicieron y se los enviaron a los presbíteros por medio de Bernabé y de Saulo.

En el Salmo respondemos:
R.- ESCUCHÉMOS HOY LA VOZ DEL SEÑOR:
 «NO ENDUREZCÁMOS NUESTRO CORAZÓN.»
Ojalá escuchéis hoy su voz: 
«No endurezcáis el corazón como en Meribá, 
como el día de Massá en el desierto; 
cuando vuestros padres me pusieron a prueba 
y me tentaron, aunque habían visto mis obras.» R.-

HERMANOS QUE JESÚS SEA BENDITO Y ALABADO


EVANGELIO DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO:
Juan 4, 5-42
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"5. Llega, pues, a una ciudad de Samaria llamada Sicar, cerca de la heredad que Jacob dio a su hijo José. 6.Allí estaba el pozo de Jacob. Jesús, como se había fatigado del camino, estaba sentado junto al pozo. Era alrededor de la hora sexta. 7.Llega una mujer de Samaria a sacar agua. Jesús le dice: «Dame de beber.» 8.Pues sus discípulos se habían ido a la ciudad a comprar comida. Le dice a la mujer samaritana: 9.«¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy una mujer samaritana?» (Porque los judíos no se tratan con los samaritanos.) 10.Jesús le respondió: «Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: "Dame de beber", tú le habrías pedido a él, y él te habría dado agua viva.» 11.Le dice la mujer: «Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo; ¿de dónde, pues, tienes esa agua viva? 12.¿Es que tú eres más que nuestro padre Jacob, que nos dio el pozo, y de él bebieron él y sus hijos y sus ganados?» 13.Jesús le respondió: «Todo el que beba de esta agua, volverá a tener sed; 14.pero el que beba del agua que yo le dé, no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le dé se convertirá en él en fuente de agua que brota para vida eterna.» 15.Le dice la mujer: «Señor, dame de esa agua, para que no tenga más sed y no tenga que venir aquí a sacarla.» 16.El le dice: «Vete, llama a tu marido y vuelve acá.» 17.Respondió la mujer: «No tengo marido.» Jesús le dice: «Bien has dicho que no tienes marido, 18.porque has tenido cinco maridos y el que ahora tienes no es marido tuyo; en eso has dicho la verdad.» 19.Le dice la mujer: «Señor, veo que eres un profeta. 20.Nuestros padres adoraron en este monte y vosotros decís que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar.» 21.Jesús le dice: «Créeme, mujer, que llega la hora en que, ni en este monte, ni en Jerusalén adoraréis al Padre. 22.Vosotros adoráis lo que no conocéis; nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación viene de los judíos. 23.Pero llega la hora (ya estamos en ella) en que los adoradores verdaderos adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque así quiere el Padre que sean los que le adoren. 24.Dios es espíritu, y los que adoran, deben adorar en espíritu y verdad.» 25.Le dice la mujer: «Sé que va a venir el Mesías, el llamado Cristo. Cuando venga, nos lo explicará todo.» 26.Jesús le dice: «Yo soy, el que te está hablando.» 27.En esto llegaron sus discípulos y se sorprendían de que hablara con una mujer. Pero nadie le dijo: «¿Qué quieres?» o «¿Qué hablas con ella?» 28.La mujer, dejando su cántaro, corrió a la ciudad y dijo a la gente: 29.«Venid a ver a un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho. ¿No será el Cristo?» 30.Salieron de la ciudad e iban donde él. 31.Entretanto, los discípulos le insistían diciendo: «Rabbí, come.» 32.Pero él les dijo: «Yo tengo para comer un alimento que vosotros no sabéis.» 33.Los discípulos se decían unos a otros: «¿Le habrá traído alguien de comer?» 34.Les dice Jesús: «Mi alimento es hacer la voluntad del que me ha enviado y llevar a cabo su obra. 35.¿No decís vosotros: Cuatro meses más y llega la siega? Pues bien, yo os digo: Alzad vuestros ojos y ved los campos, que blanquean ya para la siega. Ya 36.el segador recibe el salario, y recoge fruto para vida eterna, de modo que el sembrador se alegra igual que el segador. 37.Porque en esto resulta verdadero el refrán de que uno es el sembrador y otro el segador: 38.yo os he enviado a segar donde vosotros no os habéis fatigado. Otros se fatigaron y vosotros os aprovecháis de su fatiga.» 39.Muchos samaritanos de aquella ciudad creyeron en él por las palabras de la mujer que atestiguaba: «Me ha dicho todo lo que he hecho.» 40.Cuando llegaron donde él los samaritanos, le rogaron que se quedara con ellos. Y se quedó allí dos días. 41.Y fueron muchos más los que creyeron por sus palabras, 42.y decían a la mujer: «Ya no creemos por tus palabras; que nosotros mismos hemos oído y sabemos que éste es verdaderamente el Salvador del mundo.»" 
PALABRA DE DIOS


Oraciones de los fieles 
- A cada petición contestaremos:       
R.- SEÑOR, DANOS DE TU AGUA VIVA.

1. – Por el Papa, para que en la travesía de la Iglesia por el desierto, la guíe por las fuentes que calman la sed. OREMOS 

2. – Por los viven lejos de tu lado y no han descubierto la fuente de la vida eterna, para que como la samaritana abran sus ojos ante esa agua que calma la sed para siempre. OREMOS

3.- Por los niños y jóvenes que viven su etapa de estudios y formación, para que descubran al Espíritu Santo como manantial de amor y de ciencia. OREMOS

4. – Por todos nosotros, presentes en la Eucaristía, para que paso a paso, nos encaminamos al drama de tu cruz, haz que bebiendo del agua eterna, tengamos fuerzas para poder tomar la nuestra y seguirte. OREMOS

5.- Señor, humildemente hemos presentado nuestra sed ante ti. Danos de esa agua y haznos portadores de ella a un mundo que la necesita. OREMOS
    

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