Salmo
Canten para el Señor, fieles suyos,
den gracias a su nombre santo; su bondad, de por vida;
al atardecer nos visita el llanto, por la mañana el júbilo. R.-
Carta del apóstol Pablo a los Gálatas:
Gal.2, 14-21
"14.
Cuando advertí que no andaban derecho según la verdad del Evangelio, le
dije a Cefas delante de todos: «Si tú, que has nacido judío, te has
pasado del modo de vivir de los judíos al de los otros pueblos, ¿por qué
ahora impones a esos pueblos el modo de vivir de los judíos?
15.
Nosotros somos judíos de nacimiento; no pertenecemos a esos pueblos
pecadores." 16 "conscientes de que el hombre no se justifica por las obras de la ley sino sólo por la fe en Jesucristo, también nosotros hemos creído en Cristo Jesús a fin de conseguir la justificación por la fe en Cristo, y no por las obras de la ley, pues por las obras de la ley nadie será justificado. 17.Ahora bien, si buscando nuestra justificación en Cristo, resulta que también nosotros somos pecadores, ¿estará Cristo al servicio del pecado? ¡De ningún modo! 18.Pues si vuelvo a edificar lo que una vez destruí, a mí mismo me declaro transgresor. 19.En efecto, yo por la ley he muerto a la ley, a fin de vivir para Dios: con Cristo estoy crucificado: 20.y no vivo yo, sino que es Cristo quien vive en mí; la vida que vivo al presente en la carne, la vivo en la fe del Hijo de Dios que me amó y se entregó a sí mismo por mí. 21.No tengo por inútil la gracia de Dios, pues si por la ley se obtuviera la justificación, entonces hubiese muerto Cristo en vano."
SALMO - Respondemos:
TE ENSALZARÉ, SEÑOR, PORQUE ME HAS LIBRADO
Escucha, Señor, y ten piedad de mi;
Señor, socórreme.
Cambiaste mi luto en danzas, Señor,
Dios mío, te daré gracias por siempre. R.-
Hermanos, que Jesús sea Bendito y Alabado
41 En ese momento llegó un hombre llamado Jairo, que era jefe de la sinagoga. Se acercó a Jesús, se inclinó hasta el suelo y le suplicó que fuera a su casa, 42 porque su única hija, que tenía doce años, se estaba muriendo.
Jesús se fue con Jairo. Mucha gente los siguió y se amontonó alrededor de Jesús. 43 Entre esa gente estaba una mujer enferma. Desde hacía doce años tenía una enfermedad que le hacía perder mucha sangre. Había gastado todo su dinero en médicos, pero ninguno había podido sanarla. 44 Ella se acercó a Jesús por detrás, tocó levemente su manto, y enseguida quedó sana. 45 Entonces Jesús le preguntó a la gente:
—¿Quién me tocó?
Como todos decían que no había sido ninguno de ellos, Pedro le dijo:
—Maestro, ¿no ves que todos se amontonan a tu alrededor y te empujan?
46 Pero Jesús volvió a decirles:
—Estoy seguro de que alguien me ha tocado, pues sentí que de mí salió poder.
47 Cuando la mujer vio que ya no podía esconderse, temblando de miedo fue y se arrodilló delante de Jesús. Luego, frente a todos los que estaban allí, contó por qué había tocado el manto de Jesús, y cómo de inmediato había quedado sana.
48 Jesús entonces le dijo a la mujer:
—Hija, fuiste sanada porque confiaste en mí. Puedes irte en paz.
49 Jesús no había terminado de hablar cuando llegó un mensajero, que venía de la casa de Jairo, y le dijo:
—Ya murió su hija. No moleste usted más al Maestro.
50 Al oír esto, Jesús le dijo a Jairo:
—No tengas miedo. Confía en mí y ella se pondrá bien.
51-53 Cuando llegaron a la casa, todos lloraban y lamentaban la muerte de la niña, pero Jesús les dijo: «¡No lloren! La niña no está muerta; sólo está dormida.» La gente empezó a burlarse de Jesús, pues sabían que la niña estaba muerta. Entonces Jesús entró con Pedro, Santiago, Juan, Jairo y la madre de la niña, y no dejó que nadie más entrara. 54 Tomó de la mano a la niña y le dijo: «¡Niña, levántate!»
55 La niña volvió a vivir, y al instante se levantó. Jesús mandó entonces que le dieran a la niña algo de comer. 56 Los padres estaban muy asombrados, pero Jesús les pidió que no le contaran a nadie lo que había pasado.
PALABRA DE DIOS
Oraciones de los fieles
A cada petición contestaremos: "Concédelo Señor”
Padre, sabes que nuestra fe es débil y necesitamos que tu fuerza y tu luz nos guíe en todo momento. OREMOS AL SEÑOR.
Por el Papa, para que aliente sin cesar la fe de toda la Iglesia. OREMOS AL SEÑOR.
Por los jóvenes, los niños y todos aquellos que comienzan su vida de fe, para que ésta sea de raíz fuerte y no se trastorne con los contratiempos. OREMOS AL SEÑOR.
Por todos nosotros para que con la recepción frecuente del perdón de Dios y de la Eucaristía crezcamos firmes en la fe. OREMOS AL SEÑOR
Padre, tú que hiciste al hombre para que disfrutara de vida, alivia en nosotros los efectos del pecado y haznos partícipes de tu alegría eterna. OREMOS AL SEÑOR.
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