Troparion
Kondakion
Respondemos:
"¡Aleluya! Dad gracias al Señor, porque es bueno, porque es eterno su amor."
¡Bendito el que viene en nombre del Señor! Desde la casa de Yaveh os hemos bendecido.
El Señor es Dios, él nos ilumina; ordenad la procesión con ramos en las manos hasta los ángulos del altar. R
Epístola: Carta a los cristianos de Filipos
Filipenses 4, 4-9
Alégrense siempre en el Señor. Vuelvo a insistir, alégrense. Que la bondad de ustedes sea conocida por todos los hombres. El Señor está cerca. No se angustien por nada, y en cualquier circunstancia, recurran a la oración y a la súplica, acompañadas de acción de gracias, para presentar sus peticiones a Dios. Entonces la paz de Dios, que supera todo lo que podemos pensar, tomará bajo su cuidado los corazones y los pensamientos de ustedes en Cristo Jesús. En fin, mis hermanos, todo lo que es verdadero y noble, todo lo que es justo y puro, todo lo que es amable y digno de honra, todo lo que haya de virtuoso y merecedor de alabanza, debe ser el objeto de sus pensamientos. Pongan en práctica lo que han aprendido y recibido, lo que han oído y visto en mí, y el Dios de la paz estará con ustedes.
Continuamos con el Salmo.
Respondemos: "¡Aleluya! Dad gracias al Señor, porque es bueno, porque es eterno su amor."
Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas.
El Señor ha dado a conocer su
victoria, ha revelado a las naciones su justicia;
se acordó de su amor y su lealtad y todos los
confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios." R
Hermanos que Jesús sea
bendito y alabado.
Evangelio de nuestro Sr. Jesucristo según San Marcos
Jn 12, 1-18
1 Seis días antes de la Pascua, Jesús se fue a Betania, donde estaba Lázaro, a quien Jesús había resucitado de entre los muertos. 2 Le dieron allí una cena. Marta servía y Lázaro era uno de los que estaban con él a la mesa. 3 Entonces María, tomando una libra de perfume de nardo puro, muy caro, ungió los pies de Jesús y los secó con sus cabellos. Y la casa se llenó del olor del perfume.
4 Dice Judas Iscariote, uno de los discípulos, el que lo había de entregar: 5 "¿Por qué no se ha vendido este perfume por trescientos denarios y se ha dado a los pobres?" 6 Pero no decía esto porque le preocuparan los pobres, sino porque era ladrón, y como tenía la bolsa, se llevaba lo que echaban en ella. 7 Jesús dijo: "Déjala, que lo guarde para el día de mi sepultura. 8 Porque pobres siempre tendréis con vosotros; pero a mí no siempre tendréis."
9 Gran número de judíos supieron que Jesús estaba allí y fueron, no sólo por Jesús, sino también por ver a Lázaro, a quien había resucitado de entre los muertos. 10 Los sumos sacerdotes decidieron dar muerte también a Lázaro,11 porque a causa de él muchos judíos se les iban y creían en Jesús.
12 Al día siguiente, al enterarse la numerosa muchedumbre que había llegado para la fiesta, de que Jesús se dirigía a Jerusalén, 13 tomaron ramas de palmera y salieron a su encuentro gritando: "¡ Hosanna! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor, y el Rey de Israel!"
14 Jesús, habiendo encontrado un borriquillo, se montó en él, según está escrito: 15 No temas, hija de Sión; mira que viene tu Rey montado en un pollino de asna. 16 Esto no lo comprendieron sus discípulos de momento; pero cuando Jesús fue glorificado, cayeron en la cuenta de que esto estaba escrito sobre él, y que era lo que le habían hecho.
17 La gente que estaba con él cuando llamó a Lázaro de la tumba y le resucitó de entre los muertos, daba testimonio. 18 Por eso también salió la gente a su encuentro, porque habían oído que él había realizado aquella señal.
4 Dice Judas Iscariote, uno de los discípulos, el que lo había de entregar: 5 "¿Por qué no se ha vendido este perfume por trescientos denarios y se ha dado a los pobres?" 6 Pero no decía esto porque le preocuparan los pobres, sino porque era ladrón, y como tenía la bolsa, se llevaba lo que echaban en ella. 7 Jesús dijo: "Déjala, que lo guarde para el día de mi sepultura. 8 Porque pobres siempre tendréis con vosotros; pero a mí no siempre tendréis."
9 Gran número de judíos supieron que Jesús estaba allí y fueron, no sólo por Jesús, sino también por ver a Lázaro, a quien había resucitado de entre los muertos. 10 Los sumos sacerdotes decidieron dar muerte también a Lázaro,11 porque a causa de él muchos judíos se les iban y creían en Jesús.
12 Al día siguiente, al enterarse la numerosa muchedumbre que había llegado para la fiesta, de que Jesús se dirigía a Jerusalén, 13 tomaron ramas de palmera y salieron a su encuentro gritando: "¡ Hosanna! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor, y el Rey de Israel!"
14 Jesús, habiendo encontrado un borriquillo, se montó en él, según está escrito: 15 No temas, hija de Sión; mira que viene tu Rey montado en un pollino de asna. 16 Esto no lo comprendieron sus discípulos de momento; pero cuando Jesús fue glorificado, cayeron en la cuenta de que esto estaba escrito sobre él, y que era lo que le habían hecho.
17 La gente que estaba con él cuando llamó a Lázaro de la tumba y le resucitó de entre los muertos, daba testimonio. 18 Por eso también salió la gente a su encuentro, porque habían oído que él había realizado aquella señal.
ES PALABRA DE DIOS
Oraciones de los Fieles:
Respondemos: Escúchanos Señor.
Para que el Señor, que en la cruz excusó a los ignorantes y pidió perdón por ellos, tenga piedad de los fieles que han caído en el pecado, les dé valor para recurrir al sacramento de la penitencia y les conceda el gozo del perdón y de la paz, roguemos al Señor.
Escúchanos Señor.
Para que la sangre de Jesús, que habla más favorablemente que la de Abel, reconcilie con Dios a los que aún están lejos . a causa de la ignorancia, la indiferencia, la maldad o las propias pasiones, roguemos al Señor.
Escúchanos Señor.
Para que el Señor, que en la cruz experimentó la amargura de sentirse triste y abandonado, se apiade de los enfermos, los afligidos y los oprimidos y les envíe a su ángel para que los conforte, roguemos al Señor.
Escúchanos Señor.
Para que el Señor, que recibió en su reino al ladrón arrepentido, se apiade de nosotros, nos dé sentimientos de contrición y nos admita, después de la muerte, en su paraíso, roguemos al Señor.
Escúchanos Señor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario